La que alguna vez fue conocida como la “Gran Guerra” (hasta el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial en 1939) fue una conflagración de dimensiones dantescas ocurrida en Europa entre el 28 de julio de 1914 y el 11 de noviembre de 1918.
La Primera Guerra Mundial dejó un aproximado de 15 millones de muertes, tanto militares como civiles, una cantidad de bajas bélicas que nunca se había vista en la historia de la humanidad. Cabe mencionar que esta cifra no es concluyente y varía en función de cada historiador.
El lunes 11 de noviembre de 1918, se firmó el armisticio que entró en vigor a las 11:00 a.m. (hora de Francia). Apenas se supo la noticia en la Ciudad de Panamá, la estación central del Cuerpo de Bomberos sonó la sirena anunciando el acontecimiento.
De inmediato, las personas se lanzaron a las calles para celebrar el desenlace del conflicto. Los comercios cerraron sus puertas mientras que las iglesias repicaron sus campanas incesantemente. El ambiente festivo y alegre se asemejó en gran manera al de los carnavales, al punto que los establecimientos de diversiones se encontraban repletos.
Los bomberos organizaron un suntuoso desfile que fue encabezado por su banda de música. Del cuartel central se dirigieron a la Plaza de la Catedral para después recorrer las principales avenidas, rindiendo tributo a las distintas representaciones diplomáticas de los países aliados instaladas en Panamá.
La Avenida Central, al ser la arteria vial más importante de la época, se volvió el punto de encuentro de la muchedumbre. Los pocos dueños de automóviles de ese entonces decoraron sus vehículos con los colores de los países vencedores. Se dieron gusto manejando por la mencionada avenida cantando y bailando, al mismo tiempo que arrojaban serpentinas y confetis.
La colonia francesa establecida en Panamá marchó contenta a lo largo de la Avenida Central hasta la Catedral, de donde se trasladaron a la legación inglesa para entonar el himno de aquella nación y saludar al embajador británico en Panamá, Claude Mallet. Luego de hacer lo mismo en la legación francesa, estadounidense e italiana, la marcha prosiguió hasta el Palacio Presidencial donde estaba el presidente Belisario Porras presenciando el desfile.
La siguiente imagen es un letrero colocado al frente de la presidencia, vitoreando al presidente Belisario Porras, al mandatario estadounidense Woodrow Wilson y a William Price, ministro norteamericano en Panamá.
Si bien aquel día 11 se firmó el alto al fuego que puso fin a la guerra, aún no se había firmado oficialmente la paz. Luego de arduos meses de negociaciones en la ciudad de París entre los países aliados, la paz se vino a firmar el 28 de junio de 1919 con el Tratado de Versalles.
Este tratado fue motivo de resentimiento dentro de la población alemana y sembró la semilla para que 20 años después el mundo viviera otra guerra mundial.