No cabe duda que la pollera panameña se encuentra dentro de la lista de trajes típicos más atractivos del mundo, y la evidencia de ello está en la cantidad de premios y reconocimientos que ha ganado en el extranjero con el pasar de los años.
Es de gran importancia mencionar que nuestra pollera tuvo sus inicios en la España del siglo XVI-XVII, siendo la vestimenta oficial de la mujer española (sobre todo de regiones como Sevilla y Andalucía) de aquella época. Lógicamente que con la colonización española, el vestido progresivamente pasó a formar parte de la población mestiza, negra e indígena de Panamá.
Para el siglo XVIII era común que la pollera elaborada fuera llevada por las mujeres de la alta clase, mientras que las del pueblo la lucían con una elaboración más sencilla. Es sabido que las españolas al llegar a nuestro territorio y hallar a las indígenas con el torso descubierto, les colocaban las camisas para taparlas.
El actual traje nacional panameño es el resultado de la combinación de distintos vestidos españoles de antaño, adaptado al clima tropical de nuestro país, lo que la ha llevado a experimentar todo tipo de modificaciones a través de los años en las principales regiones de Panamá. El museo Manuel F. Zárate (Guararé) posee en la actualidad la pollera más antigua del país. La misma data de la década de 1820 y pertenecía a la tableña Manuela Díaz de Álvarez.
Las siguientes fotos datan desde la década de 1870 hasta 1980, y en ellas se muestran de manera superficial las variaciones que ha sufrido la pollera en los últimos siglos.