Una de las cárceles más infames de toda la historia panameña, la Cárcel Modelo, fue conocida en su momento como “la universidad del crimen”, frase con la que fue apodada ya que se decía que muchos de los malhechores que cumplieron condena en ella salieron peores de cuando ingresaron.
Es importante saber algo de su historia para comprender un poco cómo era ese lugar y que la llevó a su desaparición.
Historia
La construcción de este reclusorio inició en 1921 durante el tercer mandato del presidente Belisario Porras, concluyendo en 1925. La cárcel, localizada en Calle B del barrio El Chorrillo, se inauguró para albergar a un máximo de 250 presos (posteriormente fue ampliada para alojar hasta 450), pero con el tiempo ese número rebasó los 1,500 internos.
Los calabozos tenían establecido acomodar hasta un límite de cuatro reos, pero esa cifra sobrepasó la decena, así que no era extraño encontrar hamacas guindadas en el interior de las celdas e inclusive en los pasillos.
La mazmorra de aislamiento era, a falta de un peor término, de lo más inhumano que uno pudiera imaginarse. Aparte de ser reducida, húmeda y de no contar con luz, la falta de inodoro permitía que el piso se mantuviera inundado en heces y orina. Los que eran enviados a esta celda tristemente debían dormir sobre la inmundicia.
Había todo tipo de malhechores: rateros, narcotraficantes, homicidas, violadores, pandilleros, entre otros. Sin embargo, el objetivo del penal en sus comienzos no era el de transformarse en un presidio de mala muerte, sino que fue concebido como un sitio seguro destinado a reeducar al delincuente para su futura reinserción a la sociedad.
Las trifulcas y revueltas internas eran frecuentes y casi siempre dejaban heridos o algún muerto en el peor de los casos. Los mismos presos tenían sus propias leyes entre ellos y quebrantarlas resultaba muchas veces en terminar asesinado. La falta de sueño entre muchos de ellos era una realidad, y es que a lo largo de la noche existía el miedo de ser atacados por un integrante de otra pandilla.
Se sabe que en los dos primeros niveles del edificio se encerraban a los criminales comunes, mientras que en el último estaban los de mayor peligrosidad. Por desgracia, la Modelo fue aprovechada por la dictadura militar de Torrijos y Noriega para realizar todo tipo de abusos en contra de políticos y personas inocentes, siendo el viernes negro la fecha más recordada en este aspecto.
El detonante que llevó a su demolición
El 27 de julio de 1996, hubo una reyerta en donde fallecieron dos reclusos: Cristian Welch y Santiago Cueto.
Las autoridades de la prisión (con Dickey Reynolds como director del penal), a modo de escarmiento por la reyerta, dieron la orden para que los policías internos hicieran desnudar a los reclusos y los apalearan con toletes y bates en una especie de fila india, en el patio principal de la Modelo.
Para desconocimiento de los policías, cada segundo de este hecho fue grabado por Samid Botello, camarógrafo de Telemetro, quien se hallaba en un edificio cercano a la prisión. El video fue transmitido en los noticieros estelares y lógicamente que provocó indignación total en la opinión pública.
El gobierno de turno de Ernesto Pérez Balladares fue presionado por este incidente, por lo que determinó reubicar a todos los reos a otras prisiones, mientras se decidió que el centro penitenciario debía ser demolido lo más pronto posible. El prisionero Manuel Avilés es conocido por ser la última persona en abandonar el recinto penal.
La Modelo fue demolida el 10 de diciembre de 1996, siendo transmitido en cadena nacional a todo el país.
Pasaron varios años para que se hiciera justicia, cayendo como responsables algunos de los policías que participaron de la golpiza.
dizque que el Toro no sabia que sucedia en La Modelo…